"Sé
que a mucha gente le irritará esta carta, yo mismo la hubiera rechazado
hace años cuando confundía resignarse con aceptar. Resignarse es una
cobardía, es el sentimiento que justifica el abandono de aquello por lo
cual vale la pena luchar, es, de alguna manera, una indignidad. La
aceptación es el respeto por la voluntad de otro, sea éste un ser humano
o el destino mismo. No nace del miedo como la resignación, sino que es
más bien un fruto."
Don Ernestito Sábato
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