7 ago 2012

Madrugadas Nítidas


Y de un instante a otro, casi sin querer, un recuerdo invadió mi mente: las noches más lindas de mis años, las risas, la alegría, su cuerpo, su piel, su olor. Sus besos. Su mirada.
Tomé el celular y la tentación se presentó ante mí, como la manzana ante Adán: ``Quiero que vengas a mi casa una de estas noches. Creo que la podríamos pasar genial´´. No. Adán cedió y perdió su paraíso. Borrar mensaje…
Ya no puedo ni quiero pedirte nada. Me diste demasiado: felicidad pura, y amor. Ahora te toca pedirme a vos.
Mientras tanto, esas noches que hoy siento tan lejanas, llenan de melancolía mis madrugadas. Pero una sonrisa se me dibuja en el rostro con tan sólo cerrar los ojos, y pensarte. Una vez más.


(Ayer no seguí mis impulsos, mis deseos, mi corazonada, y todo salió bien. Hoy seguí mis impulsos, mis deseos, mis corazonadas, y todo salió mal. Nota mental: no sigás más a nada ni a nadie)

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