Te caés, mordiendo el anzuelo de trampas de ayer. Jugando el partido sabés que perdés,
y volvés, a estar preso en esta cárcel de niebla y sin arranque.
Perdés conciencia y cordura, te cuesta entender. Las noches que rugen se vuelven ayer, y olvidás, que no hay dudas sobre nuestras creencias y el valor se te va. No lo ves.
Otra vez que no podés arrancar, los momentos que se van a escapar. Porque todo en este mundo se va, y aunque sientas que me duele y que nada se detiene, mi voz siempre te va a acompañar.
y se te va la función,
cruel adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario