Me acuerdo que, cuando estaba en primer año de la facultad,
fui a una charla sobre motivación personal a cargo del Profe Córdoba. Ese día,
terminé ``discutiendo´´ con el profe, por que él sostenía que la motivación era
personal, y siempre debía nacer de uno mismo. Según él, la motivación nunca era
externa, no venía de afuera, siempre tenía que comenzar con la iniciativa
propia.
En cambo, yo le decía que para mí era al revés. Si bien es
cierto que debe existir un grado importante de deseo del sujeto por ``estar
motivado´´, el contexto, las personas, el círculo íntimo, deben enviarle un
estímulo, una ayuda, unas palabras de confianza, un abrazo... Algo que te haga
reaccionar, algo que te inyecte energía. Y recién ahí, el sujeto debe hacer
todo lo que esté a su alcance para que esa energía no deje de circular por
adentro de uno, y te mantenga fuerte y con una sonrisa.
Ayer, escribía algo así como; ``grabátelo, tenés que estar
concentrado, la vida te puso ante una oportunidad y no podés fallar´´. Ayer,
cuando intentaba dormir, y lo único que conseguía era dar vueltas y vueltas en
la cama, viendo como cada vez faltaba menos para la hora de levantarse,
pensaba: ``¿realmente puedo estar concentrado, mentalmente fuerte, motivado, en
este contexto?. Hoy, siento que la respuesta es no.
Mentalmente fuerte…hoy, después del partido, hablando con el
DT, me repitió varias veces esa frase. En pocas palabras, me dijo que a
principio de año me veía con más confianza, y que hoy sintió que ante la
primera cagada empezaba a bajonearme. Empezamos hablando del partido, seguimos
hablando de fútbol, y terminamos charlando de la vida misma. Le conté cosas de mi pasado, y de mi
presente, para que entienda un poco más los vaivenes que él creía ver.
¿A qué viene esto? A que horas más tarde me llamó por
teléfono, y me tiró una frase que todavía resuena en mi cabeza. Sin ser un
filósofo, sin ser un erudito, sin ser nadie importante para el mundo, me enseñó
algo, me hizo una persona más completa.
``Cuando estés bajoneado, cuando estés pasando un momento
feo, cuando no te salga una, tenés que estar mentalmente más fuerte que nunca.
Solamente vos vas podés levantarte. Empezá por esforzarte y poner un ladrillo.
Ese es el que más cuesta. Pero vas a ver que, si le ponés ganas y corazón, ese
ladrillo termina siendo un castillo´´.
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