31 mar 2013



``Si me caí, es por que estaba caminando. Y caminar vale la pena, aunque te caigas´´. No está mal caerse, tropezarse.  Uno se golpea y se lastima. Probablemente sufra, se sienta mal. Pero mientras sirva para aprender, caerse es necesario.
Vale la aclaración. Si te caés una vez, bueno, perfecto. Si te caés dos, puede ser que la piedra que te hace tropezar sea muy inteligente. Ahora, si te caés tres, evidentemente sos un pelotudo. Entonces, agarrá la piedra y tirala a la mierda, lejos del alcance de tus pies. Sino, vas a seguir cayendo y cayendo, y los golpes duelen.
Antes, se me daba por enojarme. Me calentaba mucho, golpeaba cosas, trataba mal a los que yo consideraba responsables. De a poco, y por suerte, perdí ese vicio. Simplemente, me alejo lo suficiente como para ver las cosas desde otra perspectiva, desde otro punto de vista. Me alejo y miro, observo. Pienso mucho, mucho. Trato de recordar cada frase, cada promesa, cada palabra. Y en casos como estos, me decepciono. Ya no sirve enojarse, no lo vale.
 Estar enojado es feo. No es un sentimiento lindo. Tampoco lo es el rencor, el despecho, el odio. Yo no quiero que ninguno de esos se apoderen de mi cabeza, no lo voy a permitir. Aparte, ¿por qué yo tendría que sentir algo feo? Por suerte, cuando me acuesto a dormir lo puedo hacer orgulloso de mí mismo, por que yo acompañé a cada una de mis palabras con actos. Me equivoqué muchísimas veces, pero realmente me esforcé por cambiar, por mejorar, por ser completo. Y me la jugué todos los días, todos, en los últimos meses.
Seamos sinceros. Con garantías, cualquiera se la juega. Me imagino que debe ser fácil, por ejemplo, ir a entrenar todos los días sabiendo que el sábado jugás de titular. Claro, así también yo voy y corro todos los entrenamientos. Mucho más loable es ir, romperse el orto todas las tardes, sin tener la certeza de que va a pasar el fin de semana. Capaz te toca jugar, capaz lo mirás desde afuera. Podés terminar contento o triste, pero orgulloso, por que te la jugaste por lo que sentías. Te juro que hay que tener huevos para ir al frente sin garantías.
¿Arrepentirme? Naa, yo volvería a hacer lo mismo. ¿cómo voy a cambiar mi manera de actuar? Esa manera es la que me regaló momentos increíbles, maravillosos, únicos. Cada uno tiene que hacerse cargo de lo que hace, pero si fuiste fiel con vos mismo, no te arrepientas. Eso si, ponele el pecho, por que se viene una brava ahora. Todo acto trae consecuencia, y actos malos traen consecuencias malas. Así que ahora a hacerse cargo muchachos, elijan un personaje nuevo que barajamos y damos de nuevo. Espero que esta vez no me toque el papel del pelotudo, ese ya me aburrió.
Res, non verba.  Basta de humo, por favor. Estoy empezando a asfixiarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario