12 dic 2012

Son pocas las cosas que nos acompañan siempre a lo largo de nuestras vidas. Una de esas cosas, es la palabra. Por eso, creo que tiene mucho valor. Uno no puede ir por ahí dando su "palabra", prometiendo que va a hacer tal o cual cosa, y luego arrepentirse y dejar que ésta se devalúe.
Si uno da su palabra, tiene que tener pleno convencimiento de que lo prometido va a ser cumplido, cueste lo que cueste. Por que una vez que perdiste la palabra, no la recuperás más mi viejo...
Por eso, aunque implique sangre, sudor y lágrimas, voy a encargarme de que mi palabra sea cumplida. Una promesa es una promesa. Aunque duela.

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