31 dic 2012

Fue un año difícil, que me obligó a superar muchos obstáculos. Por eso, fue un año lindo, próspero.
Me acuerdo del 31 de diciembre pasado, y del 1 de enero. Fueron días bravos, pero logré gambetearlos.
Este 31/12, no se presenta mejor. Viene jodida la mano, y se complica gambetear con el tobillo roto.
Arrancamos el año que pretendo sea el más deportivo de mi vida, lesionado. Que ironía. Pero con esfuerzo, lo voy a lograr, no tengo dudas.
Felicidades para los que se las merecen. Lindo año para ellos.

30 dic 2012

Se terminó la semana más fea del año. Ya está, pasó.
 A cambiar la energía, y seguir.

27 dic 2012

Para que el posteo anterior no quede en palabrerío, acá encontré otra prueba fehaciente de que algunas cosas no cambian. La esencia de una persona es siempre la misma. Y esa esencia, no pasa de moda.
Escrito el 26 de julio de 2011, y hoy, año y medio después, siento que la historia se repite. Podría haberlo escrito esta tarde.

 

 

26/07/2011

Dale que dale

"No tires la toalla hasta, lo más mancos la siguen remando"
Si bajás los brazos, ¿qué será de vos? Una persona vacía, infeliz, aburrida, triste, melancólica, y algo odiosa.
¿Por qué? Porque nunca diste todo lo que había dentro tuyo, y entonces no tenés derecho alguno a dirigirte, como si fuese tu igual, a aquellas personas que si dejaron la piel en este gran partido que hoy nos toca jugar.
Serás apodado cagón, cobarde, cuatro de copa, rata, cuis, y en los casos más extremos, angelito cappa. Si, no me mirés así. Lo merecés. ¿Cómo se te ocurre bajar los brazos?
Ya se que es jodido, se que hay muchas chances de perder. No te niego eso. Pero vale mucho más perder jugando, arriesgando, intentando, que perder tirado en tu cama mirando las manchas de humedad que, de a poco, fueron copando el techo.
Fuero copando, si, exactamente la misma metodología que ese sentimiento utilizó con lo más recóndito de tu ser. Entró (vaya uno a saber por donde), y se instaló en una habitación chiquita, al fondo de todo. Era un buen inquilino, por que no molestaba y pagaba siempre los primeros días del mes, y en efectivo.
Pero un día de lluvia, oscuro y frio, tomó confianza. Le tocaste la puerta, le dijiste “ey, pagame”, y te dijo : “no, no quiero”. A partir de ese preciso instante, supiste que vos ya no eras el real dueño de esa habitación, sino que el se había convertido en un Okupa verdadero, de esos que no los sacás ni con infantería, ni con agua fresca en junio.
Así que no te quedó otra que aceptar esta nueva realidad, pero con la esperanza intacta de que unos de estos días vuelvas a ser vos el que domine tu cuerpo, tu mente, y tu alma. Y vos sabés que mientras haya un poco de luz, hay esperanza.
Sin embargo, esa luz hoy se apagó, y por eso te estoy escribiendo acá, compañero. No podés permitir que esa llama se extinga. Te lo advierto, una vez me pasó y no actué como debía, y aún hoy lo sigo lamentando: si se apaga, no la volvés a prender ni con dos cajas llenas de “patitos”.
Por eso, my friend, te aconsejo con toda franqueza: dale, seguí peleando, que de los cobardes nadie se acuerda. Dale, levantá esa cabeza, poné la pelota debajo de la suela, y buscá un cambio de frente, abrí la cancha, cambiá de sistema si vez que así no podés seguir. No seas necio, es verdad lo que me decís, vas perdiendo, pero no te creas que por goleada. A lo sumo, irás dos goles abajo, que en el fútbol de hoy es muchísimo. Pero el 0-2 es el peor resultado, dicen algunos. Para mi es mentira, pero bueno, no te queda otra que creerles.
No tengo muchas más que acotar. Te pido que nunca, nunca nunca, se te vuelva a cruzar por la cabeza la idea de dejar esto. No pichón, no es así. A la primera de cambio no podés pedir la toalla, no podés pensar que nada tiene sentido. Duele, si. Pero bueno, lo que no mata fortalece suele decirse. Y yo te puedo decir que creas en vos, que es el arma más importante que tenés a tu alcance. Recién ahí, vas a poder confiar en los demás. Créeme. Creete.


Guau..quedé sorprendido, anonadado. Uno cree recordar el pasado, tanto el cercano como el lejano. Pero no;  uno recuerda lo que quiere recordar, las historias se transforman, se convierten, y uno termina confundiéndose u olvidándose.
Por eso, siempre creí que es importante escribir todo. El papel no miente: la historia está ahí, contada tal cual. Y las imágenes llegan a la cabeza, y uno siente que vuelve a vivirlas, a experimentarlas.
Dediqué la tarde a leer mis cuadernos. Tenía la esperanza que, recordando el pasado, iba a entender y a poder manejar mejor mi  presente. Y me fui varios años atrás, cuatro para ser específico.
No salgo de mi asombro. Las similitudes son increíbles. Las mismas palabras, los mismos gestos, los mismos problemas, las mismas virtudes, los mismos defectos. Todo tal cual. Pareciera apropósito, buscado.
Lo bueno de esto, es que tengo la certeza de que yo fui siempre igual, con todo lo bueno y todo lo malo que eso implica. Me miro al espejo, y puedo sostenerme la mirada, por que siempre fui fiel a mi forma de ser, a mi forma de pensar, y sobre todo, a mi forma de creer en el otro.
El esfuerzo, la estrategia, el sacrificio y la humildad, siempre estuvieron. Gracias Sabella, con vos logré identificarlo, pero siempre estuvieron presentes.
El pasado más cercano me sacó varias sonrisas.  Ver lo que uno escribió hace un mes, dos, seis, un año, a veces resulta cómico. La cantidad de boludeces que di por ciertas y que nada que ver; la cantidad de realidades que descubrí a tiempo y que hoy se mantienen en pie. Y los sentimientos.
Esos si que nos cambiaron. Por alguna razón que nunca entendí, dejé de escribir. Sentí que ya no tengo esa necesidad. La vorágine del día a día, del minuto a minuto prácticamente, me llevó a vivir la vida afuera de un cuaderno. Hoy lamento eso,  me gustaría leer lo que pensaba hace 3 semas, o dos días.
Las certezas son las de siempre. Pase lo que pase, nunca voy a bajar los brazos en ningún aspecto. Nunca fui así, y hoy lo comprobé. Las dudas, también son las de siempre.  Eso es lo malo. Pero tengo fuerza. No sé por que, no entiendo cómo. Pero sigo acá, “escapándole al fuego que sigue quemando”.

26 dic 2012

El sueño del pibe

Golpearon la puerta de la humilde casa,
la voz del cartero muy clara se oyó,
y el pibe corriendo con todas sus ansias
al perrito blanco sin querer pisó.

"Mamita, mamita" se acercó gritando;
la madre extrañada dejo el piletón
y el pibe le dijo riendo y llorando:
"El club me ha mandado hoy la citación."

Mamita querida,
ganaré dinero,
seré un Baldonedo,
un Martino, un Boyé;
dicen los muchachos
de Oeste Argentino
que tengo más tiro
que el gran Bernabé.
Vas a ver que lindo
cuando allá en la cancha
mis goles aplaudan;
seré un triunfador.
Jugaré en la quinta
después en primera,
yo sé que me espera
la consagración

Dormía el muchacho y tuvo esa noche
el sueño más lindo que pudo tener;
El estadio lleno, glorioso domingo
por fin en primera lo iban a ver.

Faltando un minuto están cero a cero;
tomó la pelota, sereno en su acción,
gambeteando a todos se enfrentó al arquero
y con fuerte tiro quebró el marcador.



Lo leo y sonrío. Que lindo sería. Que feliz sería..
Loco de pensar queriendo entrar en razón y el corazón,
tiene razones que la propia razón nunca entenderá.
Y a donde voy , siempre voy a buscar lo que es mío,
aunque el planeta termine en un círculo
y el final es en donde partí.

25 dic 2012

Cuando tocás fondo, tenés tres opciones:
o te quedás todo el día tirado, triste, pensando;
o mandás todo a la puta que lo parió y hacés la tuya;
o renacés.

No sé.

23 dic 2012

Estoy intentando poder liberar, a mi cabeza de esta sociedad, la hipocresía es la reina mamá. Esa sonrisa falsa yo no voy a comprar, paz interior sólo quiero buscar, si estás aturdida me tenés que escuchar, que este sistema te puede matar.

En mis manos no tengo tu solución
Sólo busco paz interior
Escuchando los latidos de mi corazón.

22 dic 2012

Si no te valorás vos, no te va a valorar nadie. A veces, no tenés que dar el 100%, por que tu compañero de equipo puede fiarse de eso y él dar el 80%. A veces, no hay que dar todo, y hay que esperar que tu compañero aprenda a dar el 100%.
Hoy quiero todo, mañana nada. Hoy me limito a no perder. Me desperté pensando que estabas, y 
cuestioné la noche pasada ayer; me pregunté cuando cambiaré.
Hoy quise hablarte de cómo estaba, de mis insomnios de madrugada. Me vi dejado, me vi cansado, de ver las horas pasar de largo. Me dije empiezo y no supe qué.

Hoy me arrepiento y mañana estallo, hoy me disuelvo en mi obsesión. Quise volar, quise hasta el cielo llegar y entre tanta estupidez sigo...
Acostumbrado a mi media cama, y a los enrosques de mi cabeza, hoy la confianza pierde su huella. Hoy hablo mucho y mañana callo..

21 dic 2012



Noche de mierda. Me vuela el cerebro esto. No sé si soy yo perseguido, o en verdad tengo razón. Lo único que sé, es que el pasado pesa.  Lo que hicimos ayer, tiene consecuencias hoy. Y lo que hicimos hace tres meses, también puede tener consecuencias hoy.Así que no hay necesidad de esto. No puedo con todo esta vez.

20 dic 2012



Un deportista se entrena todo los días de su vida con la ilusión de, algún día, jugar esa final, la más importante de su carrera, de su vida. Cada mañana se levanta y piensa en ese día: lo espera, lo imagina, lo sueña y lo siente.  Muchos pasan sus años dorados entrenando y el momento nunca llega. Otros tienen más suerte: una tarde, el partido llega y el cuerpo comienza a vibrar…
Semanas atrás, uno empieza a sentir  que el momento se acerca. Los planetas parecen alinearse, y las cosas fluyen de una manera diferente. La rutina se rompe, y se puede oler el cambio. Entonces, con más ahínco que nunca, el deportista se prepara, pero no sólo físicamente: entrena su mente, sus sentimientos, sus emociones. Sabe que se verá embriagado en una vorágine de emociones y sensaciones, y no puede permitir que eso rompa sus estructuras o su plan. El plan nunca puede correr riesgo.
Finalmente, el día llega. El deportista se despierta mucho antes de lo previsto: la ansiedad es enorme, y no le permite seguir descansando. Por eso, repasa una y otra vez el plan: qué hay que hacer, que no; qué hay que llevar, qué hay que comprar, por qué lado atacar, cómo defenderse. Los nervios se apoderan de él, pero eso estaba previsto.
Sin embargo, una vez que se pisa la cancha, todos los sentimientos negativos quedan de lado: el miedo al fracaso y los nervios son reemplazados por felicidad y alegría. Es la coronación del esfuerzo de semanas, de meses, de años. Y salga como salga, hay que disfrutarlo.

Se atravesaron muchas tormentas para llegar a vislumbrar el sol. Sufrí, me calenté, dije ``nunca más, no vale la pena tanto esfuerzo´´, lloré. Pero siempre existió la fe, y la humildad. Con cabeza fría, se podía dar vuelta el resultado y llegar a jugar la final. Podía superarme, sólo había que resistir, aguantar.
Y hay que seguir haciéndolo, este día y cada día. Por que días como hoy, son los que le dan sentido a la vida. Creo que vivir es entrenarse para ser capaz de disfrutar y alegrarse con días increíbles como este. Alguno son inesperados: una llamada y a la cancha. Por eso siempre hay que estar listo.
Otros, son pensados durante meses. Y esos son los más lindos. Por que uno se entrena a conciencia, sabiendo que alguna noche se va a acostar a dormir, mirando el techo con una sonrisa estúpida, y va a poder decirse: ``al fin llegó. Y valió la pena´´.
Hoy  camino contento. Sonrío, estoy feliz.  Y si mañana hay que resistir, se resistirá, esperando otro día como hoy.

Y el que tenga un amor que lo cuide
y que mantenga la ilusión
por que la vida es un baile de ilusiones
y el que no baila está muerto


 Si tuviera que definir al año que está por terminar, la primera palabra que se me viene a la cabeza es estancamiento. Y así lo pensé durante varios días.
Sin embargo, creo que esa definición es muy dura. Si bien es cierto que no logré cumplir NINGUNO de los objetivos que me propuse allá en Mina Clavero, en enero, soy consciente de que apunté muy alto y que va a llevar más tiempo alcanzar las metas.
Estancarse es no moverse, y creo que me moví. Avancé muchísimo en muchos aspectos, me afiancé en otros, superé obstáculos y me superé a mi mismo. Si me conformara con eso, no sería yo. Por eso, si al año tuviese que ponerle un puntaje, le pondría un…6.
Fue un año en el que tuve que remar en diferentes facetas: deporte, facultad, amor, familia. Y todavía no llegué a ninguna orilla. Pero me acerqué, y en el naufragio me conocí y aprendí.
Además, hay que tener en cuenta que venía de un 2011 sencillamente espectacular, al que le pondría un 10. Cumplí todos mis objetivos, todos, desde los más chiquititos a los macro. La vara quedó muy alta; era difícil repetir un año así, con tantas satisfacciones.
Está por arrancar un nuevo ciclo, y más allá de triunfos y fracasos, me deja tranquilo que tengo las mismas ganas de siempre de seguir, de empujar y empujar hasta mover la pared. Todas las estructuras ceden en algún momento.

16 dic 2012

Una prueba dura dos, tres, cuatro horas como mucho. No 10 días. Nadie puede estar dando examen 10 días. No es sano, así no se puede.

14 dic 2012

Hoy es uno de esos días en los que tenés que contar hasta diez, y respirar...y contar hasta diez, y respirar. y contar hasta diez, y respirar.
No sea cosa que uno deje de contar y mañana se arrepienta

12 dic 2012

Son pocas las cosas que nos acompañan siempre a lo largo de nuestras vidas. Una de esas cosas, es la palabra. Por eso, creo que tiene mucho valor. Uno no puede ir por ahí dando su "palabra", prometiendo que va a hacer tal o cual cosa, y luego arrepentirse y dejar que ésta se devalúe.
Si uno da su palabra, tiene que tener pleno convencimiento de que lo prometido va a ser cumplido, cueste lo que cueste. Por que una vez que perdiste la palabra, no la recuperás más mi viejo...
Por eso, aunque implique sangre, sudor y lágrimas, voy a encargarme de que mi palabra sea cumplida. Una promesa es una promesa. Aunque duela.

8 dic 2012

Y hoy, quedé contento con mis acciones. Lo sentí como un signo de madurez, como una señal de que algo cambió en mí. Y por suerte, creo que el cambio va a ser muy fructífero. Ya veremos.


"y aunque sientas que me duele, mi voz (y mi corazón) siempre te van a acompañar´´

6 dic 2012

Plan Táctico y Estratégico de Guerra (TEG)

Sun Tzu (722-481 a. C.) 
El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo.
Golpear al enemigo cuando está desordenado. Prepararse contra él cuando está seguro en todas partes. Evitarle durante un tiempo cuando es más fuerte. Si tu oponente tiene un temperamento colérico, intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su egoísmo.
Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas tras una reorganización, intenta desordenarlas. Si están unidas, siembra la disensión entre sus filas. Ataca al enemigo cuando no está preparado, y aparece cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega. 

No se puede vivir sin una estrategia de juego. Las cosas libradas al azar tienen la tendencia a terminar mal.
Uno debe estar seguro por que camino andar. Sino, estaríamos dejando todo en manos de la suerte y el destino.
Llegó el momento de sentarse y planear un TEG. Y luego, llevarlo al campo. Cueste lo que cueste.
Así no va más-