Que decepción, que tristeza, que impotencia. Que estúpido me siento. Que fea es la traición. Porque así me siento, traicionado. Yo no me la jugué para esto. Yo no volví a creer para esto. Evidentemente, soy un tarado. Estoy ciego. Capaz que estoy cerca de personas de mierda y no me doy cuenta, y yo creo que son buenas, y sigo cayendo y cayendo en lo mismo. EN LO MISMO.
Sentí como el dolor se me calaba en los huesos, como llegaba al corazón y como empezaba a bombearse para todo el cuerpo. Ya estaba, no había más nada que hacer. El dolor llegó a cada partícula de mí, y se instaló. Y no sé cuando se va a ir.. No sé siquiera si algún día se irá.
Siento que se acabó todo. Que aunque todo se arregle, el final ya está decretado. De estas cosas no se vuelve. La confianza ya no está más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario